viernes, 18 de junio de 2010

La página en silencio


Después de largo tiempo con el blog abandonado (cortesía del gobierno chino y su censura, que me obligan a entrar aquí a hurtadillas y con grandes dificultades), llevaba unos días planeando retomar mi narración marcopolense, pero otra noticia se me ha puesto por delante, sin duda más importante y sobre todo mucho más triste: la pérdida de José Saramago, gran escritor y enorme ser humano, lleno de personalidad en la palabra, de sensibilidad en la percepción, y de responsabilidad en su relación con el mundo y sus habitantes. La despedida de un hombre de letras siempre deja un silencio a su paso, pero este silencio es aún más presente cuando, como en este caso, se refiere a un escritor en activo del que seguían surgiendo palabras elegantes, ideas singulares y pensamientos robustos en su profundidad. No puede uno dejar de preguntarse qué le quedaba todavía por contar a esa cabeza irrepetible, cuánta conciencia, cuanta reflexión hemos perdido, sin posibilidad de encontrarla nunca más. Es cuando se van personas como José Saramago que la ausencia llega a ser más fuerte que la presencia misma; hay personas que irremediablemente se van demasiado pronto, incluso aunque lleven 87 años a sus espaldas. Hoy, el Templo del Silencio hace honor a su nombre y le rinde a José Saramago su más sincero homenaje, compartiendo con vosotros unas líneas en blanco a modo de un minuto de silencio.

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Buen viaje, maestro.

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